La palabra «mermelada» proviene del portugués marmelada que significa «confitura de membrillo» (membrillo se dice marmelo en portugués), y ésta a su vez del latín melimelum (un tipo de manzana) que tiene su origen en el griego melimelon (meli=miel y melón=manzana).
El origen de lo que hoy conocemos como mermelada, tuvo lugar en la época de los romanos. Ellos aprendieron de los griegos que los membrillos cocinados lentamente con miel se transformaban en una mezcla sólida cuando se enfriaban. Los griegos utilizaban melimelon – o fruta de miel, para elaborar marmelo. En un libro de cocina atribuido al romano Apicius figura una receta para preservar membrillos enteros con tallos y hojas en un baño de miel diluido con defrutum, la mermelada de los romanos.
Tuvieron que pasar varios siglos para que, con la llegada de los árabes a la península ibérica, se introdujera en Europa el azúcar de caña y el algarrobo, con cuya semilla se realizó una harina que ayudaba a espesar. Los árabes añadían a la fruta su mismo peso en azúcar y una pizca de harina de algarrobo y la mantenían en el fuego hasta que obtenían la densidad deseada.
Una leyenda muy extendida en Inglaterra otorga a la palabra marmalade un origen francés “Marie malade” o“Madame est malade”, ya que era una de las pocas cosas que Mary, la Reina de los Escoceses en el siglo XVII, podía comer durante su enfermedad y que ella demandaba, seguramente por su necesidad de vitamina C.
Sin embargo, la palabra inglesa marmalade aparece por primera vez en documentos que datan de 1480, fecha muy anterior a la Reina Mary, por lo que pudo haber una relación con las importaciones de productos portugueses a Inglaterra, muy importantes alrededor de 1495.
Tradicionalmente, los ingleses atribuyen el ‘invento’ de la mermelada a los escoceses. Otra leyenda habla que una mujer de Dundee en Escocia, Janet Keiller, elaboró su primer lote de mermelada alrededor de 1790 cuando llegó a sus manos un saco de naranjas de Sevilla y no sabía qué hacer con tanta fruta.
Sea esto cierto o no, la familia Keiller creó la primera fábrica de mermeladas en 1797 y Dundee es famoso por su producción de mermelada casera. La verdad es que la relación de la mermelada con Dundee es muy estrecha; todavía existe allí un productor a gran escala de mermelada de naranja.
La mora es una de las mejores frutas para mimar a tu organismo. Tiene grandes propiedades antioxidantes por su abundancia en pigmentos naturales (antocianos y carotenoides). Con ello ayuda a neutralizar la acción de los radicales libres que son nocivos para el organismo.
Además, se caracteriza por su alto contenido en vitamina C, que es de 840 miligramos por cada 100 gramos de mora. Dicha cantidad es incluso mayor que la que contienen otros cítricos, como las frutillas. La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia las infecciones.
Este pequeño fruto, llamado así por su color morado, posee potasio que ayuda a la transmisión y generación del impulso nervioso, favorece la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
Aquí les comparto una receta muy simple de mermelada de mora:
Ingredientes
Procedimientos
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Preparación
En una fuente grande ponga la mora y mezcle cuidadosamente con la azúcar, deje reposar unas 2 horas. Terminado el proceso ponga la mora en una olla grande y agregue la canela, jugo limón y jengibre. Ponga la olla a fuego lento y cuando empiece hervir baje a fuego medio bajo, revuelva con cucharada de madera todo el rato (aprox. 1 hora) hasta que revolviendo vea el fondo de la olla y la textura que cuando la tome con una cuchara el liquido caiga en gotas lentas.
Aún caliente ponga la mermelada en envases esterilizados, tápelos y póngalos en una olla con agua con un paño en su fondo (para que no se quiebre)y hierva por 20 minutos.
Mermelada de Mora
Ingredientes
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Preparación
En una fuente grande ponga la mora y mezcle cuidadosamente con la azúcar, deje reposar unas 2 horas. Terminado el proceso ponga la mora en una olla grande y agregue la canela, jugo limón y jengibre. Ponga la olla a fuego lento y cuando empiece hervir baje a fuego medio bajo, revuelva con cucharada de madera todo el rato (aprox. 1 hora) hasta que revolviendo vea el fondo de la olla y la textura que cuando la tome con una cuchara el liquido caiga en gotas lentas.
Aún caliente ponga la mermelada en envases esterilizados, tápelos y póngalos en una olla con agua con un paño en su fondo (para que no se quiebre)y hierva por 20 minutos.