Quiche de Alcachofas Low Carb

Según la mitología griega, el dios Zeus se enamoró de una muchacha de la isla de Zynaray, al ser rechazado, la castigó convirtiéndola en alcachofa. Quizás para contagiarse de sus “divinas” propiedades, los griegos y romanos las consumían, aunque se trataba de una variedad diferente: la alcachofa silvestre, que era muy similar al cardo.

La alcachofa es el capullo de la flor de un tipo de cardo. Su origen es africano. Parece que su nombre proviene del término árabe al´qarshuf que significa algo así como “cardo pequeño”. Fueron los árabes quienes extendieron su cultivo por Europa durante la Edad Media.

Durante la Edad Media no se conocía la alcachofa, y se piensa que en esta época, del cultivo sucesivo de los cardos, los horticultores poco a poco los transformaron hasta conseguir la alcachofa. Ya era consumida en la Italia del siglo XV. Venida de Sicilia, aparece en la Toscana hacia 1466. La tradición dice que fue introducida en Francia por Catalina de Médicis a la que le gustaba comer corazones de alcachofa. Esta florentina las llevó desde su Italia natal al casarse con el rey Enrique II de Francia. Luis XIV era así mismo un gran consumidor de alcachofas. Los colonos españoles y franceses en América.

Las alcachofas ya eran una exquisitez en la antigua Roma, algo de lo que Plinio se sentía avergonzado: “y así convertimos en un corrupto banquete las monstruosidades de la Tierra, aquéllas que hasta los animales evitan instintivamente”. Ya en el siglo XVI, al gran Bartolomeo Scappi, cocinero personal del papa inquisidor Pio V, se le ocurrió rellenar las alcachofas con una mezcla de carne magra de ternera, queso, huevos, jamón, ajo y hierbas aromáticas. Fue un éxito que todavía se puede degustar en algunos locales de la Roma actual.

Pero, sin lugar a dudas, la historia más divertida es la de Angelo Valiani, el llamado “maestro del buffet frío”. A finales del siglo XIX él creó la receta de los carciofi sott´olio (corazones de alcachofas en aceite). En aquel entonces eran consideradas una exquisitez (lo siguen siendo) y Valiani se hizo rico vendiendo alcachofas en aceite. Tanto fue el éxito y tanto la gratitud que les guardaba a sus hortalizas que decidió bautizar a su hijo con el nombre de Carciofino. Llegó el día señalado en la iglesia de Ortebello y el sacerdote se negó en un principio a bautizar al niño con ese nombre: “¿cómo podrá vivir alguien con un nombre así?”. Valiani lo convenció diciéndole: “Padre, si nuestro Papa lleva el nombre de una bestia salvaje, concretamente León XIII, mi hijo bien puede llevar el de una planta”. Parece que, desde entonces, hay varios Carciofinos circulando por Italia.

La alcachofa estimula la función del hígado entonando las células hepáticas y por consiguiente es sumamente eficaz en las enfermedades de este órgano, como su insuficiencia y congestión. Además regula las alteraciones de las vias biliares y es benéfica en el tratamiento de la ictericia.

Algunos compuestos fenólicos de las alcachofa tienen propiedades antioxidantes y reductoras del colesterol y según Harold McGee hay un compuesto, la cynarina, es uno de los varios fenoles que contiene la alcachofa y es responsable de que, después de comerlas, lo siguiente que pruebas sabe dulce. Al parecer, la cynarina inhibe los receptores de lo dulce de nuestras papilas gustativa.

Esta receta me recuerda mi primera nana llamada Luz (que en paz descanse), gran cocinera, me cocinada siempre este Quiche de Alcachofa, que me encantaba cuando chico (8 años), siempre le pedía que lo preparara y era mi plato favorito.

Un consejo: a la hora de la compra y para reconocer su frescor, hay que comprobar que pese en la mano, que sea firme y que sus hojas estén bien apretadas. Septiembre es el mes que parte la venta de las mejores alcachofas.

Esta versión es Baja en Carbohidratos, perfecta para el Verano sin poleras, amigos celiacos, diabéticos, etc.

Ingredientes

Ingredientes masa

Ingredientes quiche

    Procedimientos

    Paso 1

    Preparación de la masa

    Prenda el horno a 180C.

    Mezcle en un bowl los ingredientes secos, mezclemos bien y agregue el agua caliente, revuelva hasta quedar con una masa uniforme. En el molde enmantequillado, distribuya la masa de manera uniforme, de grosor 1/2 Centímetro, cubra hasta los bordes. Cocine en horno 1 hora o hasta que la masa este dorada. Retire del Horno y deje enfriar 15 a 25 minutos.

    Paso 2

    * 15 imágenes

    Preparación

    Prenda el horno a 180C.

    Mezcle en un bowl los huevos y la crema y bata hasta que quede una mezcla uniforme, agregue los 100 gr. de queso rallado, el pesto, orégano, sal y siga mezclando. Agregue las alcachofas trozadas y mezcle bien. Ahora con un cucharón vierta la mezcla en la masa, luego ponga encima los 50 grs. de queso rallado y lleve al horno por 40 minutos o hasta que este cocida la mezcla.

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