Brownie en Tazón en 2 minutos

El horno de microondas es un subproducto de otra tecnología al igual que otros inventos. Esto sucedió durante el curso de un proyecto de investigación relacionado con el radar, alrededor de 1946 en el que el doctor Percy Spencer, ingeniero de la Raytheon Corporation, notó algo muy peculiar. Estaba probando un nuevo tubo al vacío llamado magnetrón cuando descubrió que una barra de chocolate que tenía en su bolsillo se había derretido. Intrigado y pensando que quizá la barra de chocolate había sido afectada casualmente por esas ondas, el doctor Spencer hizo un experimento. Esta vez colocó algunas semillas de maíz para hacer palomitas, cerca del tubo y, permaneciendo algo alejado, vio con una chispa de inventiva en sus ojos como el maíz se movía, se cocía e hinchaba y brincaba esparciéndose por todo el laboratorio.

A la mañana siguiente, el científico decidió colocar el magnetrón cerca de un huevo de gallina. Le acompañaba un colega curioso, que atestiguó cómo el huevo comenzó a vibrar debido al aumento de presión interna originada por el rápido incremento de la temperatura de su contenido. El curioso colega se acercó justamente cuando el huevo explotaba, salpicándole la cara con yema caliente. El rostro del doctor Spencer, por el contrario, se iluminó con una lógica conclusión científica “Eureka!”: Lo que le habia pasado a la barra de chocolate, a las palomitas de maíz y ahora al huevo, podía atribuirse a la exposición a la energía de baja densidad de las microondas. Y si se podía cocinar tan rápidamente un huevo, ¿por qué no probar con otros alimentos? Así comenzó la experimentación.

El doctor Spencer había inventado lo que iba a revolucionar la forma de cocinar y sentaba las bases de una industria multimillonaria: el horno de microondas.

Los ingenieros de Raytheon estudiaron y perfeccionaron los primeros bocetos de Spencer, se patentó en 1946 y al año siguiente vio la luz el primer microondas: pesaba 80 kg, medía 1,60 y costaba la friolera de 5000 dólares; además necesitaban de una instalación de agua para refrigerarlos.

En 1975, por primera vez, las ventas de hornos de microondas rebasaron el número de cocinas a gas vendidas. El año siguiente se informó que 17% de todos los hogares de Japón cocinaban con microondas, en comparación de sólo cuatro por ciento de los hogares de Estados Unidos durante ese año. Sin embargo, para 1978, los hornos de microondas adornaban las cocinas de más de nueve millones de hogares, aproximadamente 14%, en Estados Unidos. Al final de 1980, esta cifra aumentó en más de 25%. En 1986, el horno de microondas se hizo más patente que el lavavajillas y alcanzó 60%, o sea aproximadamente 52 millones, de los hogares estadounidenses. Los hábitos de cocinar en Estados Unidos cambiaron drásticamente por la comodidad en tiempo y ahorro de energía del horno microondas. Si alguna vez se consideró como lujo, éste ha evolucionado gracias a la moderna tecnología y por la demanda popular, en una necesidad práctica para un mundo activo.

Hoy todos tenemos microondas, los miramos en menos a los pobres pero aún los ocupamos. Esta receta los dignifica y les da una oportunidad, van haber opositores seguro, pero es una receta simple, divertida y super fácil de hacer, especial para hacer con niños.

Ingredientes

    Procedimientos

    Paso 1

    * 16 imágenes

    Preparación

    Ponga todo los ingredientes (menos los chip de chocolate) en un recipiente y con la mini pimmer bata bien hasta formar una mezcla uniforme, agregue los chip, revuelva con una cuchara y distribuya la mezcla de manera uniforme en 2 tazones, y ponga el microonda a 1000W por 2 minutos. Sáquelos y listo.

    Recetas relacionadas