Crema de Calabaza (Butternut Pumpkin)

La familia de la calabaza es muy amplia, así que vamos a centrarnos en la especie Cucurbita y particularmente en una calabaza de invierno, la calabaza butternut o butternut squash (Cucurbita moschata). Aunque la podemos encontrar durante todo el año en el mercado, es entre octubre y noviembre (Hemiferio Norte) Junio y Julio (Hemiferio Sur) cuando están en su mejor momento.

La calabaza es uno de los muchos alimentos utilizados por los indios nativos americanos en el nuevo mundo y fue un descubrimiento bienvenidos por los peregrinos. Los indios aplastaban los tallos de calabaza hasta dejarlos planos, los secaban, y luego tejían canastos para el comercio. También secan calabaza como alimento.

Era tanta la veneración que le tenían los indios americanos a las calabazas que muchas veces enterraban a sus muertos con una par de ellas para alimentarlos en su viaje final, también consumían las semillas porque creían que aumentaba la fertilidad.

Los nuevos americanos de todo corazón abrazaron la verdura dulce, de usos múltiples que se convirtió en una comida tradicional de Acción de Gracias. Los colonos usan calabaza no sólo como un plato principal y postre, pero también en sopas e incluso hizo la cerveza de la misma.

El componente principal de la calabaza es el agua, lo que, unido a su bajo contenido en hidratos de carbono y a su casi inapreciable cantidad de grasa, hace que sea un alimento con un escaso aporte calórico.

Es buena fuente de fibra que ofrece valor de saciedad y mejora el tránsito intestinal por la alta presencia de mucílagos. Éstos son un tipo de fibra soluble que tiene la capacidad de suavizar las mucosas del tracto gastrointestinal.

En relación con las vitaminas, la calabaza es rica en beta-caroteno o provitamina A y vitamina C. Presenta cantidades apreciables de vitamina E, folatos y otras vitaminas del grupo B tales como la B1, B2, B3 y B6.

Ingredientes

    Procedimientos

    Paso 1

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    Preparación

    Prenda el horno a 180º.

    Corte la calabaza en dos, retire las semillas (las puede hornear y comer), ponga un diente de ajo en la cavidad, un chorro de aceite sobre cada mitad, una ramita de romero y sal gruesa. Ponga en el horno y cocine por 1 hora a 1 hora 20 minutos (Hasta que pueda introducir una cuchara en la pulpa suavemente).

    Saque la calabaza, retire el romero, pele los ajos, y con una cuchara saque el contenido y póngalo en una juguera mezclado con el caldo de verdura. Traspase a una olla y agregue la crema revuelva bien, regule la sal y listo crema clásica de calabaza que puede adornar con semillas de zapallo peladas, para dar un toque más crujiente.

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