Longaniza Chilena

La longaniza es el tercer embutido más producido y consumido en Chile, seguido de las categorías de salchichas (vienesas y gordas), y la de mortadela y salchichón. Su origen en la gastronomía chilena se remonta de la herencia de la gastronomía española, los inmigrantes, especialmente durante fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, extendieron la elaboración de este fiambre en el país.

Posteriormente los inmigrantes alemanes del sur de Chile adquirieron esta receta, incorporándola a su tradición cecinera enfocada en la fabricación de la salchicha (Wurst en alemán).

Las longanizas de Chillán son consideradas como un producto emblemático de la zona y de la Región de Ñuble. A tanto ha llegado su reconocimiento, que el equipo de fútbol profesional a nivel local, el Club Deportivo Ñublense, es apodado como «La longaniza mecánica».

Su uso en la cocina chilena se encuentra extendido en platos de variados tipos. Es utilizado tanto como ingrediente para estofados y guisos, como también de acompañamiento en las legumbres, ejemplo de ello son los porotos con riendas, plato típico al que se le incorpora regularmente longaniza como elemento cárnico. Las longanizas con puré picante (últimamente aliñado con merkén), son otro plato típico que incluye esta cecina. La longaniza es junto con el chorizo (en menor medida la vienesa y la prieta), los embutidos que son parte fundamental del asado chileno.

El anticucho chileno lleva trozos de longaniza y es preparado en forma masiva durante las Fiestas Patrias en fondas y ramadas. Algunas preparaciones de la chorrillana incluyen longaniza, así como también la pichanga caliente. El «sándwich de potito», popular en eventos en los estadios, incluye longaniza o chorizo en sus ingredientes cárnicos. Otros platos tradicionales de la cocina del sur de Chile que pueden contener longaniza son el curanto en olla (pulmay) y el cocimiento.

Ingredientes

Ingredientes

Ingredientes secos

    Procedimientos

    Paso 1

    Preparación

    Mezcle todas las especias en un bowl.

    Troce las carne en cubos de 3-4 cm y mézclelos bien, agregue las especias y revuelva.

    En la procesadora de alimentos ponga el vino el agua y el ajo y procese hasta que quede todo liquido. Agregue el líquido a la fuente donde tiene la carne y vuelva a revolver bien, deje reposar toda la noche.

    A la mañana siguiente muela la carne en disco de 1 cm, y embutir en tripa natural. Deje que de sequen en el refrigerador colgadas de un día a otro. Al otro día envase al vacío para conservarla meses sin problema. Las puede hacer a la parrilla, horno o sartén.

    Paso 2

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    Preparación

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